Administración segundo gobierno

Segunda Administración:16 de enero de 1906 a 11 de agosto de 1911

El golpe militar de Eloy Alfaro contra el presidente Lizardo García influyó para que los dos primeros años de la segunda presidencia del Viejo Luchador fueran perturbados por la oposición de los liberales placistas y de los conservadores. Lo más notable de este segundo período fue la consolidación del laicismo, la llegada del ferrocarril a Quito y la unión nacional en torno al conflicto bélico con el Perú. El 9 de diciembre de 1906, el general conservador Antonio Vega Muñoz levantó a Cuenca contra Alfaro. Vega esperaba refuerzos conservadores de otras provincias de la Sierra. Fue derrotado por el general liberal Ulpiano Páez en Ayancay, entre Azuay y Cañar. Vega murió de un balazo cuando entraba a pie en Cuenca como prisionero de las tropas alfaristas. Los gobiernistas dieron la versión de que Vega se había suicidado; pero lo más probable es que fue asesinado.
Este hecho aumentó la impopularidad de Alfaro. Vega era un ciudadano distinguido y respetado en Ecuador. La impopularidad creció cuando en el mismo mes de diciembre el batallón "Vargas Torres" saqueó la ciudad de Loja con la connivencia de las autoridades alfaristas locales, y cuando el desmán quedó impune. Muchos liberales radicales se pasaron a la oposición. Había descontento contra los abusos del Ejército, cuyo liderazgo iba escurriéndose de las manos de Alfaro, quien, débil y achacoso, permitía que el Poder se repartiera entre los favoritos y sus familias. Consultado el nuevo arzobispo de Quito, Federico González Suárez, sobre qué hacer contra estos y otros abusos, aconsejó votar por personas capaces y patriotas. En Quito se constituyó un Club Político Universitario para luchar por la libertad de sufragio en las elecciones del próximo Congreso. Como se preparaba el fraude electoral, el pueblo se levantó para apoyar a los universitarios. El 25 de abril de 1907 se dio un choque sangriento. Alfaro perdió el apoyo de un sector de los intelectuales. Un poco más tarde, el 19 de julio, se intentó asesinar a Alfaro en la gobernación de Guayaquil. Al defenderlo, murieron ocho oficiales, y se fusiló a ocho de los 16 complotados que habían sido reducidos a prisión.
Pero la Revolución Liberal consiguió afianzarse aunque sólo institucionalmente. La Constitución promulgada el 23 de diciembre de 1906, la duodécima desde la fundación de la República, llamada "atea" por los conservadores, consagró el laicismo en el Estado, la educación y la familia y defendió la libertad de conciencia colocando las demás religiones a la par de la Católica. Perfeccionó la independencia de los tres poderes del Estado y amplió las garantías ciudadanas. Esta Carta Política se convertiría en el referente mayor del derecho constitucional ecuatoriano. La Convención que la promulgó eligió presidente a Eloy Alfaro por 41 votos contra los 16 que obtuvo el guayaquileño Carlos Alberto Aguirre.
Tres convencionales votaron en blanco. El 6 de noviembre de 1908 se promulgó la Ley de Beneficencia, más conocida como "De manos muertas". Su primer artículo decía: "Decláranse del Estado todos los bienes raíces de las comunidades religiosas establecidas en la República". Y el segundo: "Adjudícanse las rentas de los bienes determinados en el artículo primero a la beneficencia pública". La mitad de las rentas producidas por esos bienes fue para la sustentación de los religiosos y religiosas despojados de ellos, y la otra mitad para hospitales y obras sociales. En 1910 se promulgó una ley que autorizó la venta de los terrenos adyacentes a las iglesias y conventos con el objeto de finan-ciar la defensa nacional. La Revolución, sin embargo, no avanzó en el terreno de los cambios estructurales de la tenencia de la tierra y de la distribución del ingreso a favor de las clases populares y campesinas. La Revolución había sido castrada por la burguesía liberal. Una fracción de esta burguesía, la comercial y bancaria, se opuso al fomento de la industria nacional, uno de los proyectos favoritos de Alfaro, quien había promul-gado en 1906 la primera Ley de Protección Industrial y en 1908, la Ley de Marcas y Fábricas. El sector bancario tuvo una rápida expansión: se fundaron en Quito los bancos del Pichincha (1906), de Crédito (1907), y de Préstamos (1909), y en Gua-yaquil la Caja de Préstamos y Depósitos La Filantrópica (1908). Alfaro perdió el apoyo de las bases populares cuando estas empezaban a organizarse: se fundó en 1906 el Partido Liberal Obrero y en 1909 se reunió en Quito el Primer Congreso Obrero.
La llegada del ferrocarril transandino a Quito el 25 de junio de 1908 fue el triunfal Domingo de Ramos para el acosado presidente. El arzobispo de Quito ordenó echar a vuelo las campanas. Hubo fiestas populares y oficiales. El regocijo fue intenso. "Día", dijo Alfaro, "el más glorioso de mi vida porque es la realización de los más grandes ideales del país y que han sido y son los míos propios". Quedaba una deuda muy grande y la ilusión de que este ferrocarril transformaría a Ecuador. Sólo fue así a medias. La oposición, con razones, se opuso al contrato Charnacé para construir un ferrocarril entre Ambato y el Curaray a cambio de una gran ex-tensión de la Amazonía. Y también se opuso con pasión a los ferrocarriles Quito-Ibarra, Ibarra-Esmeraldas, Guayaquil-Manta-Bahía de Caráquez y Guayaquil-Machala. Alfaro recobró su popularidad no solo con el ferrocarril Guayaquil- Quito sino por su decidido liderazgo en la contienda limítrofe con el Perú en 1910.
El laudo arbitral del Rey de España estaba próximo a pronunciarse, y se supo que iba a ser desfavorable a Ecuador. "El Perú había comprado con oro, derramado pródigamente, a todos los españoles que tenían que tomar parte en el proyecto del laudo", opinaba González Suárez en una carta privada. Y aunque el laudo hubiese sido favorable a Ecuador, Perú había declarado por boca de sus representantes en Madrid y de su propio presidente que "si peruanos ocupaban (ya) todo el Oriente, estas tierras son y serán peruanas contra todas las declaraciones del mundo". Los ánimos populares se encendieron. El 3 de abril de 1910 fueron atacados en Guayaquil el Consulado del Perú, algunos establecimientos comerciales y un barco mercante de ese país. Hubo desmanes parecidos en Quito. Ecuador dio satisfacciones, pero el Perú respondió con un ultimátum incumplible para el honor nacional. Alfaro encargó la presidencia y se puso al frente de un Ejército de 25 mil soldados y una reserva de 20 mil voluntarios. Todo el Ecuador lo respaldó a través de Juntas Patrióticas Nacionales. No se llegó a combatir porque mediaron Argentina, Brasil y Estados Unidos. Ecuador se abría lentamente al progreso: el teléfono presidencial era el número 3, Guayaquil estrenó tranvías eléctricos y Quito, una planta eléctrica en Guápulo. Se creó la Cruz Roja y se estableció la Sanidad Pública. En 1909 se celebró el centenario del Primer Grito con la inauguración del monumento a los Héroes de la Independencia en la plaza mayor de Quito y con una Exposición Internacional. En 1906 se fundó el diario "El Comercio". La oposición conservadora se benefició del llanto de la efigie de la Dolorosa en la capilla del internado del Colegio San Gabriel de los jesuitas en Quito el 20 de abril de 1906.
En la segunda administración del General Alfaro, se realizaron las siguientes obras: el 25 de junio de 1908 se inauguró el ferrocarril del Sur que unía Quito con Guayaquil; se dio 1’700.000 sucres para la construcción del sistema de agua potable de Quito, dotó a Guayaquil de canalización para este mismo servicio básico, se construyó, por el centenario del primer grito de la Independencia, un monumento conmemorativo en la Plaza Grande de Quito, y se realizó una Exposición Universal. Para sede de esa exposición se construyó el Palacio de la Exposición, actual sede del Ministerio de Defensa del Ecuador. Hizo levantar planos de nuestra frontera y proporcionó adecuados edificios a diversas instituciones militares. En 1910, ante una posible guerra con el Perú por el centenario conflicto territorial, se trasladó a la frontera sur para organizar la defensa de la República, y adquirió armamento moderno. En 1906 se promulgó la Constitución liberal, que consagró el Estado laico, poniendo fin a la injerencia de la Iglesia Católica en la política. Un dato interesante es que desde el gobierno de Eloy Alfaro se le dio oportunidad a las mujeres de estudiar y ser parte de la sociedad.
Hallazgo de los restos mortales del Gral. Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre los mismos que fueron llevados a la catedral metropolitana donde se los guarda, se los conserva y se los venera muy respetuosamente. Reorganizó el desaparecido conservatorio de música Desapareció privilegios militares y eclesiásticos. Hizo levantar un monumento al insigne escritor y amigo Don Juan Montalvo en su ciudad natal. En 1901, se establece locales para el funcionamiento de los Colegios Normales Juan Montalvo y Manuela Cañizares, El edificio del Colegio Vicente Rocafuerte de Guayaquil. Construyó el ferrocarril del sur, se dio 1’700.000 sucres para el Agua Potable de Quito, dotó a Guayaquil de canalización, se inauguró en la Recoleta el local que hoy ocupa el Ministerio de Defensa, proveyó al Ecuador de un armamento moderno.

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